El comportamiento de las ventas al público durante el año, fue de altibajos que en su mayoría no tenían una explicación. Febrero, abril, julio y diciembre mostraron una baja en ventas inesperadas, con excepción de abril en que cayó la Semana Santa.
Diferentes fenómenos afectaron al segmento de subcompactos, aunque no necesariamente suman el 100% de las causas: El llamado “Efecto Brasil”, reflejo de un cambio de estrategia en las importaciones de varias empresas en sus importaciones.
Como ejemplo se puede señalar que se importaron menos autos de la región del MERCOSUR, 7.4% menos que el 2005, es decir, 55,323 unidades, en su mayoría autos subcompactos; los créditos a la vivienda compitieron fuertemente con los automotrices, creciendo los primeros.
En 2006 hubo un crecimiento moderado, lo que mantuvo la tendencia de los últimos diez años. Sorprendió que a pesar de un crecimiento del PIB de 4,6% de una inflación de 4.1% y baja en las tasas de interés, el crecimiento de la industria automotriz no alcanzó ni el 1%, apenas el 0.7%
En la producción se presentó la cifra históricamente más alta de 1,978,771 unidades y en la exportación se batió el récord anterior del 2001 de 1,403,715, al registrar en 2006 un volumen de 1,536,768 vehículos exportados.
En este renglón es claro que la tendencia que se presentó en los años 2002, 2003 y 2004 se revirtió en 2005 en que se inicia la maduración de los proyectos de inversión y que sumados a los de 2006, tendrán su alza más pronunciada en el presente año 2007 y el próximo 2008.
El Presidente de AMIA, César Flores, estimó que el mercado interno podrá crecer moderadamente para rebasar la barrera del millón doscientos mil autos.
Esto siempre y cuando el mercado logre minimizar el impacto que pueda crear la disminución del monto de la deducibilidad de 300 mil pesos a 175 mil pesos, que aprobó en diciembre el Congreso.
Asimismo que la oferta de nuevos modelos y versiones de vehículos, que se prevé en casi 60 nuevos modelos, mantenga el interés del consumidor y, tal vez lo más importante, que se amplíen los créditos, sus plazos y bajen las tasas de interés.
Igualmente se espera que al bajar el ritmo de los créditos a la vivienda, como lo señalan algunos bancos, se reabra la oportunidad de que los consumidores opten por la adquisición de vehículos.
En producción y exportaciones se pronostican crecimientos importantes, ante el anuncio de proyectos de inversión que impulsarán fuertemente ambos renglones y que tendrán su maduración durante el presente y el próximo año.