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Pone Japón a “temblar” a automotrices mundiales

Siendo el tercer productor mundial de autos y camiones después de China y Estados Unidos, Japón y su industria automotriz son un potencial suficiente que está haciendo “temblar” a todas las demás fábricas de vehículos que optaron por globalizar sus operaciones. Japón tiene a 200 grandes empresas proveedoras de autopartes del nivel 1 que, con el paro, pueden ocasionar un efecto “dominó” en el mundo entero.

 

Para que las plantas automotrices mundiales puedan cumplir con el Just in time (proceso productivo para que los componentes que integran cada vehículo estén listos a tiempo en la cadena o módulo de ensamble), los proveedores de autopartes deben surtir casi de manera diaria a cada fabricante. Es un ciclo repetitivo por día, por semana, por mes. Si este ciclo se interrumpe porque un componente japonés no llega, el sistema simplemente se detiene.

 

Cuando la industria automotriz japonesa ha detenido, en general,  por una semana su producción de automóviles, camionetas, camiones y componentes (cada auto requiere unas 30,000 piezas), empresas japonesas, estadunidenses, canadienses, mexicanas, españolas, brasileñas, francesas, italianas, coreanas, chinas… de todo el mundo, comenzarán en unos días, unas semanas, a resentir la falta de partes.

 

Al llegar a este punto, la cadena de suministro se detendrá.

 

El primer ejemplo lo podemos ver en la planta de General Motors en Lousiana, Estados Unidos, donde se ha detenido la producción de camionetas pickup Colorado porque se les ha agotado el inventario de ciertas piezas que proveían proveedores  nipones, o bien que un Nivel 2 de producción de módulos de tablero, por poner otro ejemplo, requiere de subcomponentes o cadena de subensamble de empresas japonesas o materias primas niponas.

 

Al parar la producción japonesa para la de automóviles, pero también la de electrónicos (cada auto tiene unos 52 elementos mínimos de esta cadena electrónica), la del acero, el laminado, el de troqueles, el de plástico…

 

El gobierno de Japón ha señalado que el riesgo 4 de estallamiento de sus plantas nucleares ha pasado a riesgo 5. Por tanto, las noticias no son nada alagüeñas para que la crisis del terremoto de hace ocho días disminuya en vez de agravarse.

 

Las autoridades han demandado de las empresas, las familias, los hogares, ahorro de energía. Las plantas automotrices requieren millones de kilowatts para funcionar, así como de gas. Al haber un compromiso de ahorro, la industria automotriz de esa nación deberá modificar sus estrategias productivas a corto plazo. Por tanto, el panorama es de plena preocupación para la industria mundial.

 

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