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Radiografía de la accidentalidad en el autotransporte de México

En 1980 existía un parque vehicular de carga de 100 mil unidades, cifra que para 2005 creció a más de 400 mil; en cuanto al de pasaje, en el mismo periodo pasó de 20 mil poco más de 45 mil vehículos, indicó Ramón Cerón Castañeda, director de Planeación y Operación de la Coordinación de Seguridad Regional de la Policía Federal.

 

         Ello durante el Cuarto Congreso Internacional de Seguridad “Las Americas Security Show”, realizado recientemente en el Centro Banamex de la Ciudad de México y donde Cerón Castañeda recordó que en el sector turismo se contaba en 1980 con menos de 5 mil unidades, para pasar en el 2005 a poco más de 25 mil unidades.

 

         “Estos antecedentes nos servirán para darnos una idea de por qué el número de accidentes de tránsito se han incrementado de manera importante y qué pasa con el autotransporte en México”, indicó Cerón.

 

         En los últimos seis años, dijo, tanto el número de vehículos motorizados creció considerablemente (60%), como los accidentes que pasaron de 311 mil 938 en el 2000 a 462 mil 505 en el 2006.

 

         Hace tres años los accidentes de tránsito se ubicaron como la sexta causa de muerte a nivel nacional, con un total de 16 mil 682 defunciones. En el grupo de 15 a 29 años de edad, se ubicaron como la primera causa de muerte y fueron responsables del 15% de éste.

 

         Cifras que han traído como consecuencias altos costos económicos. Se estima que los accidentes de tránsito superan los 93 mil millones de pesos anuales, de ellos, 9 mil 450 millones corresponden a los costos directos de los accidentes de tránsito como a los peatones involucrados.

 

         Otros 37 mil 270 millones al costo de lo que la sociedad deja de percibir, debido a la pérdida de vidas que estaban en su edad productiva y 46 mil 384 millones en costos de hospitalización y servicios médicos.

 

         Daños materiales, defunciones y lesiones generan gastos y un problema de salud pública que, por ejemplo, el año pasado se registraron 5,227 accidentes en los que participaron vehículos del autotransporte de carga, pasaje y turismo, pero sólo en el de carga fueron 4,228 accidentes por tratarse del parque vehicular más grande.

 

         Un análisis demuestra el tipo de accidentes existentes: 1,716 accidentes fueron salidas del camino; 1,130 toques laterales; 911 toques por alcance; 487 choques de frente y 351 volcaduras.

 

         Asimismo en cifras menores como contra el ferrocarril, bicicletas, de reversa, volcaduras, desprendimiento de remolque o semirremolque, atropellamiento de peatones, todos casos del año pasado, a los que se agregan 41 incendios de vehículos; 29 desprendimiento de ruedas y 10 casos de otros tipos de accidentes.

 

         La causa principal de los accidentes, ha sido la velocidad inmoderada con 2,644 casos, 732 por invadir carril contrario, 342 por no guardar distancia de seguridad, 258 por no ceder el paso en vía principal y 224 por imprudencia o negligencia.

 

         Asimismo Cerón señaló tres etapas en las que ocurren los accidentes de tránsito: de las 7:00 a las 15:00 horas llegan a registrarse más de 1,700 accidentes; de las 15:00 a las 23:00 horas 1,847 y de las 23:00 a las 7:00 horas 1,671 accidentes, datos que llevan al tercer punto de los factores en los accidentes de tránsito.

 

         El factor humano, por ejemplo, se refiere al conductor exclusivamente, no al peatón, camión o dueño del vehículo, lo que habla sobre los casos anteriores como salidas de camino, velocidad inmoderada, invasión de carriles, etc.

 

         El factor vehículo se refiere a las condiciones físico-mecánicas de las unidades, como el desprendimiento de neumáticos, fallas de los frenos, de la dirección, etc.

 

         Y el factor camino, que tiene que ver con las condiciones de la carretera como curvas; el factor climatológico, como lluvia neblina, humo provocado por quema de pastizales, “si sumamos todos estos factores sabemos que todo esto es adverso y las probabilidades de un accidente rebasan el 100%”.

 

         Para todo lo anterior, la Policía Federal lleva a cabo acciones como operaciones ordinarias, extraordinarias y especiales. Las primeras son aquellas acciones que se realizan dentro de las actividades normales dentro de cada unidad o de cada elemento para garantizar la seguridad pública a los usuarios de las vías generales de comunicación.

 

         Ejemplo de ello es la previsión de delitos, prestar auxilio en el tránsito, expedir infracciones por violar disposiciones legales o reglamentarias, etc. Otra es la operación cinturón. Datos de la Organización Mundial de la Salud indican que el índice de mortalidad disminuye cuando se usa el cinturón de seguridad, aunque es un problema de cultura su uso.

 

         Otra es la operación radar, que sirve para detectar operadores que exceden los límites de velocidad establecidos, con las señales restrictivas. La operación caballero del camino “es una de las que más satisfacciones da al policía, porque el servir a la gente y recibir una sonrisa de agradecimiento, estimula al oficial”.

 

         Las operaciones extraordinarias son un conjunto de actividades enfocadas a la prevención de accidentes durante los periodos vacacionales. Y las operaciones especiales consisten en brindar seguridad en eventos culturales, deportivos o derivados de hechos y problemas sociales o sucesos naturales para auxiliar a la población.

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